Y derramamos los colores más voraces...
Nos mojamos en sus tintes de fuego...
Las sábanas fueron celestino lienzo...
De los pincelazos
de nuestros cuerpos...
Oleos sudados en los deliciosos afanes...
policoloramos gemidos hasta perdernos...
En la alteración de nuestros sentidos
Nuestras manos y bocas reflejos intensos
con los más
húmedos arcoíris...
Patinaron los más febriles deseos...
Tendidos cuales exhaustos pintores...
Nos matizamos felices con un beso...
ML
MARY RAMOS
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IMAGEN: tomada de la
red
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